Enseñando el control de la diabetes a nuestros hijos: la determinación de la glucemia capilar

Llega un momento en que el control de la diabetes debe ir pasando paulatinamente de los padres a su hijo. Éste no tiene una fecha fija, sino que dependerá de varios factores, como el grado de madurez del niño, sus necesidades de autonomía, las situaciones familiares, u otras circunstancias. Idealmente debería ser el niño el que marque el ritmo en que va asumiendo el control de su diabetes. Pero también pueden darse situaciones en su entorno que inciten a que la velocidad del cambio deba ser mayor. Una pauta a la hora de tomar esta decisión, puede ser el valorar como va aumentando el tiempo que el niño pasa sin sus padres a lo largo del día: en el colegio, practicando deporte, con amigos o realizando sus aficiones.

Al igual que los padres, los niños deberán aprender los cuatro pilares fundamentales en que se basa el control de la diabetes: la determinación de la glucemia capilar, la administración de insulina, una dieta adecuada y la actividad física. Ya que las variaciones del nivel glucemia van a indicar si se están realizando correctamente los otros tres elementos del control, es aconsejable iniciar este traspaso enseñando a los niños a responsabilizarse de medirse la glucemia capilar a lo largo del día. Por lo general, los niños con diabetes aprenden rápidamente el manejo de los glucómetros. Para algunos, el acto de medirse la glucemia incluso resulta una prueba de madurez a los ojos de los que lo rodean (padres, familiares, amigos). De ahí que suela resultar fácil el convencer a los niños de que deben ser ellos mismos los que se midan. Sin embargo, ellos también deben aprender cómo actuar dependiendo de los valores de glucemia obtenidos: cuántas unidades de insulina deben ponerse; si tienen que comer; si pueden realizar ejercicio; etc. Para esto, los métodos utilizados dependerán de la edad y grado de madurez del niño.

Aquí propongo un método para enseñar a los niños qué deben hacer en cada momento según su nivel de glucemia, destinado a niños de 7-8 años. Los requisitos fundamentales son que él sepa leer y conozca el orden de los números al menos del 0 al 300. El método se basa en unas tablas personalizables, que van a guiar al niño utilizando un lenguaje simple y sencillo, basado en iconos y colores fácilmente identificables. Cada vez que se mida la glucemia capilar, el niño deberá tener las tablas al lado para su consulta. Las tablas se pueden descargar en los siguientes enlaces:

Tablas de Ejemplo- Enseñando el control de la diabetes a nuestros hijos_LDMH

Tablas en Blanco- Enseñando el control de la diabetes a nuestros hijos_LDMH

Para facilitar su comprensión el método considera dos situaciones, antes y después de comer. Por ello, se han creado dos tablas, una para cada situación. La tabla de Antes de comer indicará al niño las Unidades de Insulina que debe ponerse según la comida del día que va a tomar (Desayuno, Almuerzo, Merienda, Cena). En esta tabla, hay que completar las casillas en blanco según la pauta de insulina que está realizando el niño (ver Tablas de Ejemplo- Enseñando el control de la diabetes a nuestros hijos_LDMH). La tabla de Después de comer le indicará cómo debe actuar dependiendo de si va a permanecer en reposo (Juegos) o va a realizar algún ejercicio físico (Ejercicio). Las casillas en blanco de esta tabla deben completarse según la forma de actuar que se sigue con el niño (ver Tablas de Ejemplo- Enseñando el control de la diabetes a nuestros hijos_LDMH).

La forma de utilizar las tablas es la siguiente. En ambos casos, la primera columna indica al niño que debe comenzar midiéndose la glucemia capilar (Azúcar en dedo). Después, debe identificar la casilla que corresponde al valor de glucemia obtenido (Del 50 al 69; Del 70-119;…). Para facilitar la tarea, a modo de ejemplo, pueden rellenarse las casillas con algunos valores que estén dentro de cada rango. Seguidamente, el niño deberá asociar la fila del nivel de glucemia (Azúcar en dedo) con la columna de la actividad que va a realizar (Desayuno-Almuerzo-Merienda- Cena o Juegos-Ejercicio), para averiguar la casilla que le indica cómo debe actuar.

Al principio, conviene que estemos al lado del niño para asegurarnos que va aprendiendo a utilizar las tablas. Tampoco es necesario que inicialmente sea él quien por sí solo realice cada actuación (inyectarse la insulina, decidiendo qué debe comer,…). El objetivo del método es que el niño aprenda que en cada situación, dependiendo de su nivel de glucemia, deberá actuar de una forma u otra, como hasta ahora venimos haciendo nosotros. Poco a poco, el niño podrá ir realizando por sí mismo cada una de las acciones, hasta que adquiera plena autonomía en el control de su diabetes.